El tercer fabricante
de ordenadores del mundo parece que no quiere perder tajada en el
lucrativo mercado de los dispositivos móviles, o eso es al menos lo que
podemos deducir de los planes de futuro que ha filtrado la compañía.
Así, Lenovo ha
anunciado la inversión de 800 millones de dólares (unos 615 millones de
euros) en una nueva planta dedicada a la fabricación y ensamblaje de
dispositivos móviles. La firma ha anunciado que la nueva planta estará
ubicada en la localidad china de Wuhan y dará empleo a miles de
trabajadores que se centrarán en la producción de móviles, tablets "y
otros dispositivos móviles" tanto para el mercado chino como para el
extranjero. En este terreno, sabemos que el fabricante piensa
comercializar en breve el K800, pero la apertura de esta planta confirma que su apuesta por este mercado no es pasajera.
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